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Cómo evitar tragedias como las de la fiesta Time Warp desde la prevención

Especialistas hablaron con LA NACION sobre las medidas alternativas a las punitivas para evitar muertes por consumo de drogas; qué proponen en otros países

Vigiladores privados, efectivos de la Prefectura Naval y personal de la Agencia Gubernamental de Control, además de una amplia red de organizadores. Todos ellos fueron parte del operativo para la realización de la fiesta electrónica Time Warp en Costa Salguero. Sin embargo, no fue suficiente: cinco jóvenes murieron y otros tres fueron internados a raíz del consumo de sustancias ilegales.

La pregunta que surge es: ¿Qué medidas podría tomar el Estado, alternativas a las punitivas y policiales, para evitar este tipo de muertes? En diálogo con LA NACION, especialistas plantearon distintas perspectivas para abordar la prevención.

“Hay experiencias en varios países para responder al consumo de sustancias con estrategias para reducir los daños que estas pudieran provocar”, dijo Luciana Pol, investigadora del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). “Pero para desarrollar estas acciones hace falta aceptar desde el Estado que esos consumos suceden (ya sea que nos guste o no) e implementar políticas socio-sanitarias de prevención y reducción de daños y riesgos”, señaló Pol.

Un ejemplo de este tipo de medidas es lo que lleva a cabo en España Energy Control, que depende de la ONG Asociación Bienestar y Desarrollo y funciona desde 1997. Se trata de stands de asesoramiento instalados dentro de los lugares donde se realizan fiestas electrónicas. Los asistentes pueden acercarse voluntariamente para recibir orientación e información sobre cómo evitar los riesgos de consumir ciertas sustancias. También pueden pedir un análisis químico de la droga que piensan consumir para saber cuál es su contenido. Además, se realizan controles de alcoholemia.

Una propuesta similar existe en Colombia, por parte de la ONG Échele cabeza cuando se dé en la cabeza. Se trata de un programa propuesto por una ONG colombiana que busca “promover en la sociedad una cultura de la gestión de riesgo y el placer”, según explica en su página de Facebook “sin importar si estamos hablando de sustancias legales, sustancias ilegales, comportamientos sexuales o hábitos de rumba”.

“No es una apología al consumo de sustancias psicoactivas”, aclaran desde el sitio. “El principio rector del proceso de consolidación y difusión de la información es la veracidad y la exactitud científica”. La propuesta está orientada a generar prácticas de autocuidado hacia “personas usuarias no problemáticas de esas sustancias”.

Hace unos días, se conoció que el consejo Municipal de Rosario aprobó un decreto que determina que todas las pastillas sintéticas sean analizadas en laboratorio para saber de qué están compuestas y que los consumidores sepan qué están ingiriendo. Esta propuesta generó polémica y abrió el debate.

En ese sentido, Pol sostuvo que “la criminalización del consumo de estas sustancias no ayuda, ya que en nuestro país hay barreras legales” para desarrollar estas acciones.

“Desde mi perspectiva, las medidas punitivas han demostrado 50 años de fracasos, nadie deja de usar sustancias por el daño que producen, todos saben, todos mienten, es un secreto a voces lo que pasa en estas fiestas”, opinó Laura Gersberg, directora del Equipo Argentino de Toxicomanías, según cita La Tecla Eñe .

Por su parte, Alejandro Corda, abogado especialista en políticas de drogas y miembro de la ONG Intercambios, también sostuvo que son necesarias “estrategias de reducción de daños en fiestas electrónicas y otros espacios de ocio”.

“La idea principal consiste en brindar información amigable al usuario de drogas, que le permita reflexionar y adoptar formas de consumo que disminuyan riesgos y eviten daños. Así, los usuarios se convierten en actores y medios de transmisión de información”, señaló Corda. “En definitiva se desarrolla una cultura del consumo, como ocurre con otras sustancias, como el alcohol”, añadió.

Educación y prevención

“Ya se venía advirtiendo del crecimiento del consumo de drogas de síntesis. Teníamos alertas estadísticas que desde la política pública no se tomaron en cuenta”, señaló en diálogo con LA NACION Esteban Wood, analista, investigador y consultor en asuntos de políticas sobre drogas.

“Yo creo que antes de aceptar el consumo hay que partir de la prevención. El Estado no puede aceptar que el eje de diversión sea el consumo de sustancias”, sostuvo el especialista. Con respecto a las propuestas de realizar análisis químicos a las sustancias en los lugares de consumo, Wood destacó: “Como especialista, no puedo aceptar que tengo que controlar algo que es ilegal. No puede haber una aceptación del consumo, si partimos de ahí estamos mal como sociedad”.

“Es fundamental el Estado presente en reducción de daños, pero no puede ser el comienzo de la política. Se empieza con prevención. Después sí, si la persona decidió auto dañarse, el Estado debe estar presente para que la decisión de consumir no tenga consecuencias más negativas”, añadió.

Con respecto a las campañas de prevención, Wood señaló que, si bien “la gente suele recordar la de Fleco y Male, de los 90”, en los últimos años se impulsaron varias campañas. “El problema es que las internas políticas, sobre todo cuando saltó el tema de la efedrina y el triple crimen , hicieron muy complicado el trabajo en prevención y las campañas duraron poco”, explicó.

“Lo que se necesita ahora es una campaña que busque desactivar la normalización del consumo como requisito de diversión, empezando por el alcohol. Pero necesitamos el compromiso de todos, fundamentalmente de los padres. No alcanza sólo con la presencia del Estado”, dijo Wood.

Por su parte, Cornelia Schmidt-Liermann, diputada nacional e integrante de la Comisión de Prevención de Adicciones y Control del Narcotrafico, presentó una propuesta para armar un comité de expertos científicos, para que den recomendaciones e información sobre la toxicidad y lo dañino de las diferentes drogas, en especial las sintéticas. “Necesitamos tomar decisiones en base a información científica y no ideológica, para dejar de improvisar y actuar partiendo de información seria”, explicó.

“También queremos trabajar fuerte con los medios, que se cree un protocolo sobre cómo comunicar temas vinculados a la problemática de las adicciones”, añadió la diputada.

Además, proyecta reeditar una campaña de prevención en materia de drogas, realizada en 2013, a partir de un concurso de videos realizados por jóvenes, para jóvenes. Este año estaría orientado a la concientización sobre la problemática del consumo de alcohol.

Fuente: La Nación