En el mes del día de la madre, queremos homenajear a aquellas mujeres que tienen el desafío de ser trabajadoras y madres.
Quedan pocas familias “de las de antes”, en las que el padre trabajaba y la madre se quedaba en la casa con los hijos las 24 horas. De a poco la mujer fue ganando lugar en el mundo laboral, pero esos logros profesionales trajeron como contrapartida el “problema” de qué hacer con los niños durante las horas en que los padres trabajan.
Así es que en la actualidad, el modelo de mujer que se desempeña como madre y ama de casa de tiempo completo dejó de ser “lo normal” o lo deseable para buena parte de la población.
Y las familias también cambiaron. Ya no es tan descabellado saber que en un hogar los ingresos principales provienen del trabajo de la mujer. O, por qué no, los únicos ingresos. Y en la Argentina, además, se sancionaron las leyes de “matrimonio igualitario” y de “identidad de género”, que garantizan derechos a homosexuales, travestis y transexuales.
En conjunto, todas estas transformaciones dejaron atrás aquella forma de organización social y familiar: el modelo de mujeres que actúan como madres, cuidadoras y amas de casa de tiempo completo como forma de estructuración del cuidado extendida o incluso deseable para buena parte de la población.
¿Cómo cambió el cuidado de los hijos en los últimos años? ¿A qué se debe?
Históricamente, las tareas de cuidado se asignaron a las familias, como una cuestión de resolución privada. Se suponía que dentro del ámbito familiar nadie podría cuidar mejor que las madres, quienes además lo realizaban “por amor”. Ese mandato se fundó sobre estereotipos de género que solemos naturalizar no sólo las personas, sino también las instituciones como el mercado laboral y las políticas sociales.
Fue un modelo asentado en un particular modelo de familia, con una pareja conviviente, en la cual el varón actuaba como proveedor de ingresos y la mujer, como ama de casa de tiempo completo.
Las profundas transformaciones culturales, sociales, económicas y familiares atravesadas durante las últimas décadas dejaron al descubierto una variedad mucho más amplia de arreglos familiares.
Pese a estos cambios, la alta participación de las mujeres en el trabajo doméstico y de cuidados, así como la cantidad de horas promedio asignadas a estas tareas, indican que las mujeres continúan siendo las principales responsables de estas actividades, cualquiera sea su edad, su posición en el hogar, su nivel educativo y su condición de actividad.
¿Cuál sería la mejor manera de compatibilizar el rol de mujer trabajadora/madre?
En principio, es interesante observar la naturalidad con la que señalamos a la mujer como el sujeto que tiene la responsabilidad de compatibilizar los roles de trabajadora y madre, casi sin considerar que esa doble responsabilidad puede no ser exclusivamente femenina.
Esta formulación denota un nudo crítico de la desigualdad entre los géneros, y atraviesa las prácticas cotidianas y las formas de pensar de buena parte de los hombres y mujeres contemporáneos.
¿Cómo enfrentar este desafío?
Como la gran parte de nuestra vida, lo que somos, hacemos y tenemos es producto, en gran parte, de nuestras elecciones. Reconocer nuestras limitaciones, pero también celebrar nuestros logros, nos permite llegar a encarar los desafíos de una manera más madura, y lo más importante, acorde a nuestras expectativas reales. Metas y caminos se van convirtiendo en un solo puente para conocernos a nosotros mismo, siempre y cuando también asumamos que no todo depende absolutamente de nuestra voluntad. Las madres trabajadoras, las mujeres que nos rodean día a día, enfrentan con actitud férrea aquellas vicisitudes que muchos hombres terminan rehusando, y es admirable lo que alcanzan con el amor hacia sus hijos. Y es en ese sentimiento donde una vez más logran re-significar su lucha cotidiana para así lograr satisfacer las necesidades y los sueños de su familia.
En SIE tenemos muy presente el sacrificio que implica para muchas mujeres enfrentar estas responsabilidades y estar siempre “al pie del cañón”, con la actitud de madre las 24 horas y trabajadora para atender sus obligaciones laborales gran parte del día.
A todas las madres, y en especial a aquellas que batallan también fuera del hogar, les deseamos un ¡Muy Feliz Día de la Madre!