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Lecciones del montañismo para emprender en tiempos de incertidumbre

Entrevista con Juan Pablo Toro, Director General de SIE

La incertidumbre de llevar adelante una Pyme en contextos tan cambiantes como el de la Argentina nos lleva a invitarte hoy a reflexionar sobre cómo se pueden capitalizar aprendizajes de otras áreas de tu vida para llevarlos al rol de líder en la empresa.
Buscar herramientas en tu hobby, actividad de tiempo libre o pasión deportiva puede ser de suma utilidad para atravesar momentos turbulentos.

Junto a nuestro Director General, Juan Pablo Toro (JPT), compartimos sus aprendizajes en estos años como emprendedor, líder y, también, montañista para darte otra perspectiva y un empuje extra de motivación para atravesar momentos de crisis en el ámbito de trabajo. En su caso la pasión por subir montañas se conjuga con su vida empresarial y, en esta nota, nos muestra los aprendizajes que la escalada de montaña le ha brindado para llevar adelante el día a día de una empresa como SIE.

“No es la montaña lo que conquistamos sino a nosotros mismos.”
Edmund Hillary, primer hombre en escalar el Everest

E: ¿Qué tienen en común la montaña y la empresa?
JPT: El empresario Pyme está en una montaña permanente. ¿A quién se le ocurre crear una empresa de la nada? Lleva años lograr vivir de eso, pueden pasarle muchas cosas a una empresa, hay riesgos e incomodidad permanentemente. La pasión por emprender es la misma que necesitás para estar en la montaña. La Pyme requiere esa forma de estar
y llevarla adelante.
Pasas estrés, preocupaciones, crisis, problemas. La montaña es incómoda y tenés que estar motivado y apasionado. La Pyme es igual. Para ambas cosas te preparás, la pensás de antemano al detalle, la proyectás y si lo lográs
dejás un legado muy fuerte de crecimiento personal y para los demás. Eso tienen en común ambas actividades, esa pasión que tenemos como empresarios y, en mi caso, el montañismo.

E: ¿Cuáles son las motivaciones principales para estos desafíos? ¿Qué te motiva de estar en la montaña y liderar una empresa como SIE?
JPT: Lo primero que se me viene a la cabeza es que en la montaña una gran motivación es la adrenalina que te genera la experiencia de estar en altura. Estar en la montaña, en la naturaleza, es de una belleza extrema que uno quiere repetir una y otra vez. Por otro lado, el encuentro con uno mismo, con tu mente. Las horas en soledad en la montaña te llevan a un encuentro muy profundo con uno mismo y tu propio ser y esencia. En la medida que te
metés en la montaña y pasan los días vas viendo las capas que forman parte de tu vida, vas tomando perspectiva de lo superficial, lo material. Todo eso va desapareciendo y vas revalorizando otras cosas.
La experiencia propiamente dicha, es tan intensa, extrema y peligrosa en lo físico y emocional que me abstraigo de todo. Pierdo la noción de todo, de mi trabajo, de mis problemas, etc. Es inviable ponerse a pensar en algo terrenal cuando uno está ahí arriba. Realmente siento que voy a encontrarme con mi esencia y eso me recarga de energía
para luego volver a mi trabajo, rutina y familia.

“La montaña es un viaje del cual es posible no volver, y si volvés, no volvés siendo la misma persona.
Creo en eso completamente. Soy una mejor versión de mi mismo cuando vuelvo.”

E: ¿Cómo se conjugan ambas actividades en el día a día? A primera vista parecieran no ser muy compatibles por la exigencia de ambas.
JPT: En mi opinión ambas actividades tienen un correlato similar. Por supuesto que tener apoyo familiar y organizarse es primordial para poder concretar ambas cosas. Pero lo fundamental es que puedo establecer un paralelismo entre ambas actividades y así en mi vida se conectan ambas pasiones.
En primer lugar, para subir una montaña tenés que tener un conocimiento técnico que incluye todas las disciplinas del ascenso (roca, hielo, glaciar) y un manejo de cuerdas, nudos, seguridad, lectura del terreno, rutas, vías, etc. Para el empresario es lo mismo. La formación de base profesional y toda la información y el conocimiento sobre tu negocio en particular que incluya innovación, mejora en las prácticas, conocimiento legal, formar parte
de redes de colegas, etc. hacen a tu preparación para afrontar el desafío.
Luego está la cuestión física de entrenamiento, resistencia, aeróbica y anaeróbica, ejercicios de fuerza, sobre todo tren superior para poder escalar. De este aspecto no hay un correlato tan obvio para el empresario. Pero lo incluyo en el cuidado de la salud y el enfoque del stress. El cuidarse tiene que ver con mantener una relación cuerpo-mente equilibrada, basada en el autoconocimiento, la reflexión y a su vez una buena alimentación, un buen
descanso y mantener vínculos familiares y de amistad saludables. En este aspecto sumo también las técnicas que cada uno utilice para poder manejar el stress diario y regular las emociones y pensamientos negativos que nos traen los desafíos laborales. Tal vez lo que menos se tiene en cuenta como punto en común entre ambas actividades es
la preparación mental. Para mí es fundamental en la montaña y en la empresa. La seguridad en uno mismo. La fortaleza mental. El autocontrol y autoconocimiento. Conocer tu cabeza, tu físico, tus emociones, manejar el ego, y entender que algo de la espiritualidad también está en juego suma mucho. Yo soy católico y en la montaña me
conecto con Dios, y eso es trasladable a lo que cada uno crea en este sentido…que hay una fuerza superior.

En lo laboral esto se traduce en nuestras habilidades blandas: la empatía, conectar con las personas que trabajan con nosotros. Valorar las relaciones y cultivar la negociación para resolver conflictos a partir del diálogo. Entender que la inteligencia emocional se practica todos los días y si hay algo que hemos hecho mal se puede subsanar o hacer mejor al día siguiente. Cada día es una nueva oportunidad para ello.

“La Pyme no es un buen lugar para estar si uno no tiene estas habilidades. Desarrollarlas te lleva a ser mejor empresario y a poder estar en un lugar muy incómodo y estresante, como lo son la montaña y la empresa Pyme.”

E: ¿Qué aprendizaje se traslada de tu experiencia como montañista a tu experiencia como líder de una Pyme en Argentina?
JPT: Estar en la montaña es estar fuera de la zona de confort permanentemente. Un andinista experimentado está mejor preparado para vivir con el disconfort. El nivel de esfuerzo físico, el peligro que genera miedo, el clima extremo, la altura que no te permite respirar bien te saca de la zona de confort. Es realmente hostil. Reinhold Messner, un gran alpinista italiano tiene una frase que me gusta compartir: “cuando se vuelve del mundo
hostil, solamente volvés con tu propia vida”. Algo de lo esencial de cada uno es lo que traés de la montaña y devuelve con una nueva perspectiva de todo.
La pyme, y cuando digo pyme me refiero a una empresa chica como la nuestra, de origen familiar, que opera a nivel nacional, se mueve en un entorno de complejidad, de incertidumbre, ambigüedad y volatilidad. Y a eso se le suma el contexto permanente de un país como Argentina con inestabilidad por cambios institucionales, cambios en las
reglas de juego, normativas, etc. Por eso digo que tener una pyme en Argentina te saca de tu zona de confort y a su vez invita a ser resiliente. Estar preparados, como en la montaña, para administrar esas situaciones imprevistas, fracasos,etc. Es muy tentador abandonar pero lo mejor es tener planes de contingencia sabiendo que nada es lineal, que se pueden adoptar estrategias intermitentes para zanjar una crisis, ir haciendo camino a través de la prueba y el error.

Agradecemos la entrevista a nuestro Director General y esperamos haber enriquecido tu mirada sobre cómo es posible ser un mejor líder. Sumar nuevas soluciones, ideas y acciones para mejorar en tu empresa es parte de lo que queremos brindarte. Ojalá lo hayamos logrado con este artículo.