Cada año miles de personas mueren en accidentes de tránsito y muchas otras quedan seriamente heridas.
En la mayoría de los casos, el primero en llegar al lugar del accidente es otro conductor. Entonces, es importante saber qué hacer y también qué no hacer:
1. Estacionar el vehículo propio en un lugar seguro, para no agregar otro elemento de riesgo.
2. Colocar las balizas triangulares reflectantes a por lo menos 70 metros para advertir a los otros conductores del riesgo.
3. Hacer una rápida inspección visual del siniestro para saber cuántos vehículos están involucrados. No es lo mismo un choque entre dos autos que cuando hay más vehículos o un ómnibus accidentado; la cantidad de heridos aumenta y se necesita más ambulancias y asistencia médica.
4. Si hay motores en marcha, tratar de apagarlos y quitar el contacto de los vehículos para disminuir la posibilidad de incendio. Si se puede, colocar el freno de los vehículos para que no se muevan.
5. Es imprescindible conocer la cantidad aproximada de heridos y en qué condiciones están (estado de conciencia, hemorragias, movilidad).
6. Llamar a la policía, identificarse y hablar con claridad, especificar en qué kilómetro de la ruta es el siniestro. Si no se conoce el lugar, buscar alguna referencia importante del camino que ayude a las autoridades a ubicarse. Conservar la calma, escuchar lo que se pregunta del otro lado, tratar de responder lo más claramente posible y no cortar la comunicación hasta que el interlocutor lo indique. En esos primeros segundos la información es valiosísima y permitirá mejorar la asistencia a los heridos.
7. Una vez informadas las autoridades, prestar asistencia a los heridos.
8. Evaluar los riesgos antes de ayudar. Salvo en caso de fuego, de los que también hay que dar parte, evite sacar a las víctimas del auto o moverlas, ya que una maniobra mal hecha puede empeorar las heridas.
9. A los motociclistas jamás hay que quitarles el casco, y si algún herido tiene objetos clavados, tampoco hay que retirarlos.
10. A los que están conscientes, tratar de calmarlos, hablando de manera serena, indicando que la ayuda está en camino. Abrigarlos con una manta o una campera, y no darles nada de beber.
Frente a tantos accidentes cotidianos, tal vez no sería mala idea que los alumnos del último año de la escuela secundaria recibieran instrucción sobre qué hacer en casos de accidentes en general, y de tránsito en particular.
Incluso, sería una buena medida que ese curso fuese obligatorio para obtener la licencia de conductor.
Saber cómo actuar en esos casos puede ser la diferencia entre la vida y la muerte para un herido.
Jorge Pandini es periodista del diario La Nación www.lanacion.com.ar . Gracias!
N.R.: Diego Ochoa, Bombero Voluntario hoy retirado, agrega dos puntualizaciones:
Punto cuatro (cortar el contacto del vehículo):
Agregaría la alternativa, que en caso de poseer alguna pinza o llave en el lugar, además de cortar el contacto del vehículo, cortar los cables de la batería del vehiculo dado que puede haber derrame de combustible y con solo sacar el contacto en ocasiones no alcanza, y sería lo óptimo bajarse uno del vehículo con un matafuegos en la mano por alguna eventualidad.
Punto seis (llamar a la policía):
Como la columna vertebral de la defensa civil suelen ser los bomberos, llamar a estos en primera instancia acortará los tiempos de respuesta, uno podrá brindar la información del estado de la situación y heridos, personal capacitado del otro lado podrá asesorarnos en cuanto a que seguir haciendo en el lugar, y demás.
Gracias Diego!