Dos bandas de grafiteros fueron sorprendidos con la intención de pintar formaciones de las líneas D y E. También allanaron el domicilio de uno de los miembros del grupo que realiza la mayoría de los grafitis en la red.
El refuerzo de vigilancia en el subte dio sus frutos. Gracias a las cámaras de seguridad, se evitaron dos nuevos actos de vandalismo en las líneas D y E. Además, fue allanado el domicilio de uno de los miembros del grupo que realiza la mayoría de los grafitis en la red. A partir de las imágenes tomadas por el CCTV instalado por Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) -un sistema de monitoreo interno para supervisar estaciones y talleres del subte- se detectó la presencia de dos jóvenes que estaban escondidos debajo de una formación en la cochera Canning de la línea D, que une Congreso de Tucumán y Catedral. Rápidamente se dio aviso a la Policía Metropolitana, que logró detener a uno de los implicados en la estación Plaza Italia.
Por otro lado, tres jóvenes con aerosoles fueron visualizados en el andén de la estación Entre Ríos de la línea E, que conecta Plaza de los Virreyes con Bolívar. Tenían la intención de ingresar al taller San José para vandalizar formaciones, pero no pudieron consumar el hecho, ya que el personal de seguridad de Metrovías se dirigió de inmediato al lugar para interceptarlos.
En sintonía con los actos vandálicos en el subte, Sbase encabezó un tercer operativo junto con la Fiscalía porteña y la Policía Metropolitana. Allanaron el domicilio de otro de los integrantes del grupo Soketes, principal responsable de los daños con grafitis en la red (en enero irrumpieron en la vivienda del líder de la banda, donde encontraron varios elementos utilizados para dañar coches).
Con el objetivo de cuidar los vagones y brindar un servicio más seguro, ya se instalaron más de 700 cámaras de seguridad en puntos estratégicos, que son supervisadas las 24 horas, y más de 500 efectivos de la Metropolitana están presentes en andenes y formaciones.
Un producto local que no contamina
Para remover los grafitis de los subtes porteños se usó un producto inventado y fabricado en la Argentina por la empresa Solmi, que también se encargó de realizar los trabajos de limpieza. Esta sustancia no contamina el ambiente y, además, elimina las pintadas sin afectar la pintura original de las formaciones. Durante el proceso, la carrocería es recubierta con una laca que hace que sea más fácil borrar los dibujos de los artistas clandestinos.
Fuente: La Razón