Uno de los propósitos es evitar un nuevo lamento de un efectivo que manifieste no saber utilizar un arma
Se resolvió que semanalmente tengamos los cursos de capacitación y de perfeccionamiento para no lamentar nuevamente un hecho de esta naturaleza en el que personal policial manifestó que se le escapó el disparo de la escopeta porque no conocía el manejo de esa arma de fuego”, expresó el jefe de la Policía de la Provincia, Orlando Quevedo, el jueves en un acto de la Escuela de Cadetes.
Quevedo contó que desde la misma jefatura surgió un proyecto que comenzará a funcionar a partir de la próxima semana. El objetivo es efectuar cursos de capacitación en la utilización de armas de fuego. “Consideramos estos cursos como necesarios porque no es admisible que tengamos personal policial que no sepa utilizar las armas que son provistas por el Estado para el uso de la prevención”, consideró.
El jefe de la fuerza, en pleno acto, confesó que “un poco molesto” había comentado a uno de sus pares sobre unas declaraciones que surgieron en los medios radiales. Según Quevedo, el personal policial manifestaba que no sabía cómo se utilizaba un arma de fuego ni el arma reglamentaria. Para el jefe, eso es inadmisible.
“No se puede creer que un uniformado pueda decir semejante aseveración.
Todo el personal policial, desde que sale de la Escuela de Cadetes, debe saber sobre el manejo de las armas de fuego. Estas declaraciones deben ser analizadas como corresponde. Sinceramente, creo que todo el personal policial sabe utilizar armas de fuego y que están en las mejores condiciones para salir a la calle y hacer prevención con los elementos que el Estado provincial les provee”, precisó.
En este sentido, indicó que el Estado provee a sus efectivos pistolas reglamentarias y escopetas. “Todas estas cositas (sic), que son detalles de capacitación, de refacciones y de entrega de uniformes lo hacemos para tener día a día una mejor Policía y personal policial en condiciones con los mejores conocimientos, para estar a la altura de las circunstancias y dar respuesta a todos los pedidos de la sociedad”, manifestó.
Afirmación
En febrero pasado, el jefe Quevedo había asegurado que “todo el personal”, tanto oficiales como suboficiales, tiene cursos de capacitación que son obligatorios. “Dentro de estos cursos está la materia Arma y Tiro; la aprobación de esta materia les permite ascender al grado inmediato superior. Independientemente de estos cursos de capacitación y aprobación de esta materia, hay cursos que se dictan durante el año académico. Éstos surgen de los grupos especiales y el personal policial es invitado a participar. Lo hace el personal que quiere. Es optativo”, explicó.
Además, había asegurado que el armamento, sobre todo de armas cortas, con que se provee a los efectivos, están en condiciones porque se fueron renovando. “Para mí es lamentable escuchar que un personal policial no tiene los conocimientos necesarios para desempeñarse con un arma de fuego. Pone de manifiesto de que existe una falta de compromiso total de ese personal para con la función que desempeña”, opinó.
“Homicidio culposo”
El 26 de septiembre último, la Cámara Penal de Segunda Nominación condenó a Omar Vergara a la pena de cinco años de prisión tras haberlo encontrado culpable en el delito de “homicidio culposo”. Vergara era policía y había llegado imputado por “homicidio calificado por ser miembro de una fuerza de seguridad”, que prevé un castigo de prisión perpetua. En diciembre de 2015, en Andalgalá, había matado de un disparo accidental de escopeta Ithaca a un adolescente de 16, en un procedimiento policial. Las pericias advirtieron que el arma tenía un funcionamiento “anormal” y los testigos, ex compañeros, contaron que no habían recibido capacitación en armas largas.
Vergara había asegurado en una declaración que no quería usar el arma porque no sabía cómo hacerlo. “Era la primera vez que la usaba y la segunda vez que la llevaba a un operativo. No sabía si estaba (la escopeta) bien. En nueve meses, nunca hubo un curso y no sabía del estado del arma”, había dicho.
El ideal a seguir:
más práctica y menos teoría
Fuentes consultadas por El Ancasti, en la fuerza policial habían advertido que los cursos suelen ser mayoritariamente teóricos y con muy poca práctica. Según se explicó, en 2002 se realizó la última práctica de tiro. La actividad fue organizada por el entonces subsecretario de Seguridad Rafael Casaux en el polígono de tiro que funcionaba en el ex Regimiento. En esa oportunidad, los efectivos policiales debían realizar 10 tiros con armas 9 mm y cortas. La Provincia había provisto las municiones. Hoy cadetes y policías deben comprar la carga para las armas 9 mm. “Realizan la práctica ‘en seco’ pero no disparan”, se aseguró. Es decir, toman un arma larga para saber el nombre de las partes que la componen, desarmarla y limpiarla pero casi no efectúan disparos. Hasta 2010, los cursos eran obligatorios pero se eliminaron. Se explicó que se enseñan sobre 12 tipos de escopetas pero solo en la teoría. En los cursos de ascenso –que son obligatorios- no se hace práctica de tiro con escopeta.
El personal que desea capacitarse y especializarse debe pagar de su bolsillo. Un curso de dos días puede tener un valor de $1.500 pero la cursada suele realizarse en lugares como Córdoba, Rosario o Buenos Aires. Al gasto del curso, se suman pasajes y estadía.
Fuente: elancasti.com.a