En México. Las “croquetas” estarán hechas de componentes naturales que inhibirán los celos y disminuirán la capacidad de reproducción.
Un fármaco con el aspecto del alimento balanceado que le damos a las mascotas podría ofrecer una solución para el control de la población de animales callejeros. En el laboratorio mexicano donde lo están desarrollando explican que el método podría inhibir uno o dos celos de las perras y así reducir la capacidad de reproducción.
Este anticonceptivo para perros es un “producto natural” presentado como una alternativa a métodos “que pueden ser nocivos para el animal, como la utilización de progestina, andrógenos, o productos hormonales que dañan y causan problemas”, señaló Sheila Irais Peña, investigadora del doctorado de la facultad de Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma Metropolitana de México.
No es casualidad que este fármaco se esté desarrollando en México, un país que está a la cabeza en Latinoamérica con el problema de la población animal callejera: según asociaciones protectoras, hay unos 23 millones de perros sueltos o abandonados.
“Con esta comida anticonceptiva la perras no se esterilizan completamente, pero lo que buscamos es disminuir la población animal en las calles inhibiendo uno o dos celos”, explicó la investigadora, que trabaja en el Laboratorio de Biología Molecular de la UAM, con un equipo de académicos.
Perros se alimentan en la calle
El producto contiene diez ingredientes naturales, según adelantaron en el laboratorio.
“Son compuestos que se extraen de vegetales y tienen una función equivalente al de las hormonas endógenas del organismo, por eso se denominan fitoestrógeneos”, precisó Héctor Serrano, otro de los investigadores.
El compuesto con forma de “croqueta” ya se probó en animales machos. El resultado fue una disminución de la cantidad de espermatozoides.
Con las hembras, se ensayó en un grupo de animales que habitan en casas de familia. En el laboratorio dicen que el método también podría servir para controlar la población de gatos y de roedores.
Fuente: Clarín