Un material que resulta atractivo por las ganancias que pueden obtenerse con su venta.
Hoy queremos compartirles detalles e información de uno de los hurtos que más está creciendo en la órbita de las ciudades, y sobre todo en nuestra Capital Federal. Un delito que afecta tanto a privados como organismos públicos, y que trae aparejado la pérdida de valores que, en algunos casos, son insustituibles por su característica histórica. Nos referimos a la sustracción de lo que se conoce directamente como “bronces”, que incluyen toda una serie de piezas que cumplen funciones de estricta utilidad (como picaportes) o bien estéticas y enunciativas (como placas ornamentales). Entre los objetos más robados se encontraban buzones, timbres, picaportes, detalles de los portones, monumentos y piezas de los medidores de agua y gas.
La mayoría de los hechos se registran en las zonas de Barrio Norte, Recoleta, Caballito y Constitución, donde las comunas son más antiguas y sus edificaciones clásicas que fueron construidas en las primeras décadas del siglo pasado.
En cuanto al método, sucede en altas horas de la madrugada donde los individuos “pasan y arrancan el picaporte en 10 o 20 segundos”. En ese sentido, indicaron que todos los sujetos que fueron detenidos en lo que va del año por este tipo de delito “iban munidos de destornilladores o elementos metálicos con los cuales hacían palanca”.
Según fuentes oficiales, informaron que en lo que va del año, se registraron 406 detenciones por el robo de distintos elementos que contenían bronce, el 87% son mayores de edad y de género masculino.
Uno de los motivos del incremento de estos hechos es la crisis económica que atraviesa el país. Al respecto, Jorge Grimaz, subgerente operativo del Taller de Monumentos y Obras de Arte (MOA), espacio dedicado a la restauración del patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires, explicó que “en épocas de crisis económica tenemos un aumento de los hurtos”.
“Estamos con un problema por el robo de bronces. Está muy difícil. En épocas de crisis económica tenemos un aumento de los hurtos. Las piezas de bronce se venden al menudeo para fundir y hacer bloques. Es un problema que siempre está, pero se acrecienta”, precisó.
En ese sentido, desde la cartera de Justicia y Seguridad de la Ciudad aseguraron que el robo de bronce no es llevado a cabo por bandas delictivas. “Quienes realizan este tipo de robo no son bandas organizadas, sino personas en situación de calle que ven en esto una forma de obtener una ganancia, siendo el eslabón más débil en toda esta cadena delictiva”
Desde SIE convocamos a nuestros vigiladores para que ante casos sospechosos o movimientos de personas poco habituales en inmediaciones donde se encontraran instalados bronces, disuadan posibles acciones delictivas haciéndose presente en el lugar, manteniendo una vigilancia atenta, y brindando información inmediata siguiendo los protocolos de informe de novedades, con el fin de prevenir vulneraciones al patrimonio de nuestros clientes.
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