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¿Es el Comando Vermelho la nueva amenaza a la seguridad argentina?

En medio de varios autos en llamas y mientras los narcos disparaban con fusiles AK47, como si fuera una escena bélica hollywoodense, un comando de traficantes de droga ligado al Comando Vermelho “rescató” en plena costanera de Asunción al narco paraguayo Jorge Teófilo Samudio.

En el ataque contra los móviles penitenciarios murió por los disparos el comisario Félix Ferrari Yudis. Fuentes de la investigación señalaron a LA NACIÓN que se sospecha que esta emboscada para liberar al narco conocido como “Samura” fue planeada por el Comando Vermelho, pero ejecutada por narcos paraguayos con armamento y explosivos que habrían sido suministrados por la banda criminal fundada hace más de 30 años por Fernandinho Beira-Mar en Río de Janeiro.

El elevado nivel de penetración de Comando Vermelho y del Primer Comando Capital, que domina la zona de mayor producción de marihuana como es Juan Pedro Caballero, en la frontera con Brasil, se concretó hace una década, pero ahora el problema que enfrenta Paraguay son los nexos con las bandas locales que tejieron estas organizaciones en las 12 cárceles que hay en ese país, donde se producen los “bautismos” para transformarlos en aliados.

Preocupa a las autoridades argentinas la penetración de bandas paraguayas en territorio nacional, como la que transportaba el cargamento de marihuana en un barco esta semana a Santa Fe, termine siendo el mascarón de proa de los grupos criminales brasileños, que tienen un poder logístico, financiero y de fuego tan potente como ninguna otra banda lo tuvo en América latina.

El intercambio de información entre las autoridades argentinas y paraguayas es mucho más fluido actualmente y con menor margen de desconfianza. Luis Saucedo, alias Gordo, uno de los líderes de la banda narco que operaba en Itatí, Corrientes, fue detenido hace diez días en Pilar, Paraguay, donde se ocultaba junto con otro miembro de esta organización.

Violentos ataques de bandas criminales brasileñas se registran cada vez con mayor frecuencia en Paraguay

El 9 de julio pasado las fuerzas federales en el noreste argentino, en la zona de fronteras con Paraguay y Brasil, se pusieron en alerta luego de que el Primer Comando Capital (PCC) concretara un golpe con más de 50 personas que usaron explosivos y francotiradores para asaltar una sucursal bancaria en Liberación, localidad ubicada a 200 kilómetros de Asunción y a 380 del límite con Misiones.

El gobierno argentino sigue de cerca los movimientos de estos grupos criminales que tienen la base operativa en Pedro Juan Caballero, al norte de Paraguay, donde dominan las redes del tráfico de drogas ilícitas y de armas. Se sospecha que esa ciudad en la frontera con Brasil era el destino del poderoso arsenal secuestrado en la Argentina en julio pasado. Por ese caso, que significó el mayor decomiso de armas del país, hay 23 personas imputadas por tráfico ilegal de armas.

En agosto de 2018 se encendió otra alerta en Misiones. El grupo Bala Na Cara, aliado a PCC, intentó copar la cárcel misionera de Oberá, en Misiones, para rescatar a Vanderlei Vando Lopes y a su hermano Rudinei, detenidos el 29 de diciembre pasado en el paraje El Soberbio, fronterizo con Brasil, con un arsenal de fusiles FAL, municiones de alto calibre y explosivos plásticos.

Desde junio pasado comenzó a funcionar cerca de Posadas una task force contra el crimen organizado transnacional que opera en esa zona del noreste argentino, donde del otro lado de la frontera con Paraguay están activos el PCC y el Comando Vermelho. Un grupo de efectivos de la policía de Misiones y de fuerzas federales fueron capacitados por analistas de inteligencia de la DEA para seguir de cerca los movimientos de estas bandas criminales en esa región. Fuentes del Ministerio de Seguridad señalaron a la nacion que ese grupo de análisis se instaló en Posadas y no en la Triple Frontera, donde ya hay una estructura de trabajo en inteligencia criminal.

En la ciudad de Pedro Juan Caballero tiene una de sus bases de operaciones otra de las bandas criminales brasileñas que intentan colonizar las rutas narco: el PCC
En la ciudad de Pedro Juan Caballero tiene una de sus bases de operaciones otra de las bandas criminales brasileñas que intentan colonizar las rutas narco: el PCC

Aunque por ahora no se detectaron en la Argentina células activas del PCC ni del Comando Vermelho, el gobierno argentino incrementó el nivel de alerta. En Corrientes y en Misiones aparecen hace un tiempo lo que los investigadores llaman “lobos solitarios“, ligados al PCC y al Comando Vermelho.

El golpe a la sede de Visión Banco, en Liberación, fue similar al ataque a la bóveda de una sucursal de Prosegur en Ciudad del Este en abril de 2017, cuando un grupo de PCC asestó uno de los asaltos más grandes de la historia de Paraguay, con francotiradores, explosiones en distintos puntos de la ciudad y detonaciones de autos para provocar un descontrol y evitar ser atrapados.

Las bandas criminales brasileñas en Paraguay utilizan armamento de guerra en sus ataques urbanos
Las bandas criminales brasileñas en Paraguay utilizan armamento de guerra en sus ataques urbanos

El correntino Néstor Palma Bustamante, está detenido actualmente en Paraguay -donde tiene ciudadanía- desde agosto de 2017, acusado de ser uno de los financistas del golpe de PCC en Ciudad del Este, donde la organización robó más 11.000.000 de dólares tras provocar una intensa conmoción en esa localidad de la Triple Frontera, donde usaron francotiradores y explosivos plásticos y cortaron los accesos con clavos miguelitos para generar una sensación de caos para evitar que las fuerzas de seguridad los pudieran perseguir.

Palma Bustamante fue detenido en Ituzaingó, Corrientes, tras retornar de Buenos Aires, donde se había escondido luego de que la policía guaraní informara a su par argentino que este hombre de PCC se encontraba prófugo en la capital argentina.

Dos meses después de que Bustamante fuera detenido en la provincia de Corrientes otra alarma se encendió en Rosario, luego de que apareciera flotando en el río Paraná, a la altura de Granadero Baigorria, ciudad vecina a Rosario, envuelto en una sábana, como si fuera una mortaja, Maciel Amantino Wagner, un brasileño de 45 años, que estaba prófugo desde 2014 en Ciudad del Este, y que era un miembro importante del PCC.

Por: Germán de los Santos

La Naciòn