Casi el 14 por ciento cruzan la calle distraídos por el celular y protagonizan cada vez más accidentes en las Esquinas porteñas. Y uno de cada cinco de ellos ni siquiera respeta el semáforo.
Cada vez más peatones sufren accidentes viales en la Ciudad. ¿Imprudencia de los automovilistas, mala suerte o fatalidad? Más bien un uso inadecuado de los celulares, con los cuales se habla, escribe mensajes y escucha música sin prestar atención al mundo circundante.
Este comportamiento tiene su reflejo en números: un estudio realizado por el Observatorio Vial Latinoamericano (OVILAM) en quince esquinas porteñas de tránsito intenso detectó que el 13,8 por ciento cruzan avenidas y calles distraídos por el uso del teléfono.
Se trata de lo que los autores de la investigación llaman los “peatones tecnológicos”, de los cuales el 7,2 por ciento usaba auriculares, el 3,5 hablaba por teléfono y el 3,1 enviaba mensajes de texto. Además, en “el 19,5 por ciento de los casos observados los peatones no respetaban el semáforo y cruzaban a destiempo”, indicó el informe.
Las conclusiones del estudio son igual de preocupantes: “El peatón medio de la ciudad de Buenos Aires, en lugar de mirar el semáforo peatonal, o en su defecto el semáforo de tránsito vehicular, suele observar si los vehículos que circulan por la arteria a cruzar detienen su marcha o no”. El informe también aseguró que el 18,2 por ciento de los peatones no respeta las sendas o el cruce por las esquinas y que “el cruce en diagonal o a cualquier altura de la cuadra es moneda corriente en el tránsito porteño”.
Los peatones son el eslabón más débil de la cadena del tránsito: según OVILAM, cada año fallecen más de 270.000 en las rutas de todo el mundo, lo que representa el 22 por ciento del total de 1,24 millones de muertes por siniestros viales. En nuestro país, mueren 600 peatones al año. Sin embargo, “presentan un alto porcentaje de conductas temerarias que ponen en riesgo su vida”. Para muestra, el informe destaca que “el 3,8 por ciento de los peatones cruzan corriendo y, de ellos, el 69 lo hacen con el semáforo inhabilitando su paso”.
Este comportamiento está fuertemente relacionado con la “poca paciencia”, en palabras del estudio, que tienen los porteños a la hora de esperar la señal del cruce permitido (el 32,8 por ciento esperan debajo de la vereda) y también con “la sensación de impunidad que tiene el peatón al saber que no sufrirá ninguna multa ni reprimenda”.
Los automovilistas, por su parte, “mejoraron el respeto a la prioridad de cruce del peatón sobre todo en los giros a la derecha”, señala el OVILAM.
Como se sabe, la tecnología no es buena ni mala: sus ventajas y sus riesgos dependen de cómo sea usada. En el caso de los peatones, debe servir para comunicarse y no para desentenderse del mundo que los rodea.
Fuente: http://www.larazon.com.ar/