Un preso condenado a cadena perpetua por el crimen de un policía pidió una indemnización de 60 mil pesos, por considerarse “despedido”, ya que lo trasladaron de la cárcel de Devoto a la de Ezeiza.
El sorprendente pedido lo realizó, a través de su abogado Sebastián Tedeschi, Germán Ranieri, quien fue condenado a prisión perpetua en 2004 por asesinar a un policía de la Federal y herir a otros dos efectivos.
De acuerdo al escrito presentado ante la Justicia laboral, el detenido fue trasladado desde el penal de Devoto al de Ezeiza. Las autoridades penitenciarias le asignaron nuevas tareas con un horario distinto al que venía cumpliendo. Ahora deberá levantarse a las 4 para trabajar en la panadería de la cárcel.
Lo que hizo Tedeschi fue apoyarse en la Ley de Contrato de Trabajo para plantear que existe un cambio en las condiciones laborales de su defendido ius variandi y solicitó que se le abone una indemnización por despido.
En diálogo con el canal de noticias TN, el procurador general Francisco Mugnolo explicó que estos casos surgen como consecuencia de un fallo de la Cámara Penal que aboga por la creación de un reglamento específico de trabajo para la cárcel.
Mientras no avanza la redacción de la nueva normativa, la Justicia ordenó que se aplique subsidiariamente la legislación laboral ordinaria.
“Algunos presos empezaron a pedir que se apliquen los derechos genéricos que rigen para todos los trabajadores en actividad, como la retroactividad, diferencias salariales, vacaciones no gozadas, indemnizaciones, etcétera”, explicó.
La sentencia a la que alude Mugnolo fue firmada por Ángela Ledesma, Alejandro Slokar y Pedro David. Allí se hizo lugar a un hábeas corpus mediante el cual un grupo de presos había pedido la equiparación de sus derechos laborales a los de las personas que están en libertad.
A partir de aquel fallo, presos como Leonardo Fariña y José Pedraza se anotaron para cobrar un sueldo del Estado en prisión y gozar de los derechos que contempla la ley nacional.
fuente: Diario Popular