La deshidratación leve hace que los conductores cometan el doble de errores que cuando están debidamente hidratados, pues es equivalente a estar por encima del límite de alcohol permitido para conducir.
Ello, de acuerdo con un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Loughborough, que realizaron diversas pruebas en el transcurso de dos días entre conductores del sexo masculino mediante el uso de un simulador de manejo ubicado en un laboratorio.
Durante la prueba de hidratación normal, hubo 47 incidentes de manejo, pero cuando los hombres estaban deshidratados dicho número incrementó más del doble, a 101, un número similar a lo que se puede esperar de alguien que conduce bajo los efectos de drogas o alcohol.
Dichos incidentes incluyeron desviación del carril, frenado retardado y roce o cruzado de franja preventiva o carril, señala el estudio publicado en el boletín médico Physiology and Behaviour.
Si bien es deplorable que la gente maneje bajo los efectos del alcohol, por lo general no pensamos en los efectos negativos que tienen otras actividades en nuestras habilidades de conducción, como no tomar líquidos y la deshidratación.
No hay duda de que manejar bajo los efectos del alcohol o las drogas incrementa el riesgo de sufrir accidentes, pero nuestros hallazgos hacen énfasis en un peligro no reconocido y sugieren que se debe promover entre los conductores una hidratación adecuada
Los niveles de error que se encontraron entre los conductores son similares a la magnitud de los hallados en personas que tienen un contenido de alcohol en la sangre de 0.08 por ciento, el actual límite legal para conducir en Reino Unido.
Fuente: diariodemorelos.com