Por Juan Pablo Toro
Más allá de la medida de aislamiento preventivo obligatorio vigente en el territorio AMBA de nuestro país por la pandemia de Coronavirus, SIE tiene esperanzas de que pronto, tarde o temprano, las personas puedan comenzar un retorno gradual a algunas actividades habituales. En este marco, el mundo entero está hablando de ciertos cambios que serán necesarios en la forma en que las personas viven, trabajan, se trasladan, compran y se relacionan en general. Hemos estado estudiando mucho este proceso de adaptación y sus implicancias en nuestra actividad de seguridad privada.
Debemos ser conscientes de que, si bien en algunas semanas (en el mejor de los casos) quizás habrá terminado la cuarentena obligatoria, lamentablemente la pandemia continuará presente en el mundo hasta tanto haya una cura definitiva, en especial en Sudamérica donde comenzó más tarde que en otras regiones del planeta. Por otro lado, se estima que tomará entre uno y dos años conseguir que la vacuna contra el Covid-19 pueda estar disponible en el mercado para uso masivo. Es justamente durante ese lapso de tiempo en que muchas cosas van a ser diferentes… y, quizás, algunos aspectos de nuestras vidas no volverán a ser como antes.
En términos generales, es bastante aceptada la idea de que como consecuencia y aprendizaje de este flagelo, el mundo se tornará más humano y solidario, las personas saldrán con más deseos de vivir el presente, haciendo vida más sana y saludable, consumiendo conscientemente y con mayor austeridad. Por otro lado, es esperable que vivamos con cierta desconfianza sobre la higiene y la salud de las personas y las cosas con las cuales interactuamos. Esto nos llevará a un menor contacto entre humanos en todos los ámbitos de la vida y a un mayor uso de los hogares como centro de nuestras vidas. Por último, todos saldremos un poco más pobres de esta situación, tanto los países, como las empresas y las personas. Los estados estarán más presentes en general y habrá una desaceleración (o hasta una regresión) de la globalización, como consecuencia de varios factores, por mencionar uno: los países se enfocarán en la recuperación de sus economías y empleos y priorizarán la industria nacional.
Como consecuencia de estos vectores de cambio y en base en varios trabajos y publicaciones, entendemos que en un futuro muy cercano ocurrirán (o ya están ocurriendo) los siguientes cambios de hábitos o comportamiento de las personas y la sociedad en su conjunto:
Cosas que vamos a hacer MENOS:
- Actividades que impliquen poca distancia entre personas (reuniones sociales, shopping, espectáculos, restaurantes).
- Usar espacios cerrados en general.
- Viajar en avión, quedarse en hoteles…Crecerá el turismo local al aire libre.
- Viajar en transporte público…Mayor uso de bicicleta, scooter, moto, auto, o caminar.
- Trabajar en oficinas.
Cosas que vamos a hacer MÁS:
- Teletrabajo (modelos mixtos de oficina y home office).
- Compras on-line.
- Envíos a domicilio (take away, delivery).
- Actividades recreativas en casa (cocina, películas/series, videogames, bienestar…).
- Geolocalización, registros de salud, certificado de inmunidad.
¿Cómo impactan estos cambios en nuestra actividad?
Este nuevo escenario de normalidad demandará adaptaciones en los espacios residenciales, donde, como consecuencia de estos nuevos hábitos, las personas transcurrirán más tiempo y realizarán una mayor cantidad y diversidad de actividades (la gente pasará más tiempo en sus hogares, habrá más visitas y reuniones laborales, mayor volumen de entregas a domicilio, etc.). Por estos motivos, los espacios y las dinámicas de los edificios residenciales deberán ser repensados, fundamentalmente poniendo énfasis en generar un mayor distanciamiento entre personas, reducir los puntos de contacto físico, incrementar las rutinas de limpieza y revisar y/o intensificar los sistemas y protocolos de control de acceso.
Los espacios de oficinas e industrias deberán adaptarse también (o ya lo han hecho!). Los cambios en los edificios corporativos y ambientes de trabajo en general estarán enfocados fundamentalmente en los protocolos de control de acceso (con énfasis en sanidad e higiene), establecer y controlar el distanciamiento entre las personas y reducir los puntos de contacto físico en los distintos espacios de trabajo, circulación y refrigerio o recreación, e incrementar las rutinas de desinfección y limpieza.
Como ya habrán deducido al leer los párrafos anteriores, muchos de estos temas involucran necesariamente la participación de las empresas y los vigiladores de seguridad privada.
SIE está trabajando en todos estos temas junto a sus clientes y colaboradores con proactividad. Estamos entusiasmados y convencidos de que, más allá de las circunstancias desfavorables que estamos viviendo, nuestra actividad tiene oportunidades concretas por delante y sin dudas resultará fortalecida.