Son tres conceptos que llegaron para quedarse en el contexto del cambio climático y el aumento de la vulnerabilidad social y económica a nivel mundial como una forma de usar las fuerzas creadoras de las empresas y el mercado para crear valor social, ambiental y económico. Las empresas y los líderes, desde hace ya algunos años, empiezan a asumir la responsabilidad y el poder que tienen para ser parte de la solución y no del problema.
EMPRESA Y CAPITALISMO CONSCIENTE:
Es un concepto que nace de la idea de que las empresas no deben producir solamente para crecer y obtener beneficios para sus accionistas. Son también responsables del impacto que generan en sus comunidades (a nivel social y ambiental), proveedores, trabajadores y, a su vez, por el valor que aportan con sus productos y servicios en el mercado. Y en este punto entra la dimensión ética del impacto. Que las empresas tengan un propósito para hacer el bien, más allá de la generación de utilidades.
La primera pregunta que surge es: ¿qué es hacer el bien como empresa en el contexto actual? El capitalismo consciente se basa en 4 principios básicos que ayudan a pensar en qué punto tu empresa puede empezar a repensarse y cambiar:
- Propósito superior: “¿por qué existe la empresa? y si tiene éxito y perdura en el tiempo, ¿qué impacto positivo creará?”. Conocer el propósito de tu empresa hace que el beneficio sea un medio para lograr ese fin, en lugar del fin en sí mismo.
- Orientación a las partes interesadas (también llamadas “Stakeholders”) Las empresas conscientes se ven como parte de un ecosistema. Todos los integrantes de la cadena de valor (clientes, proveedores, inversores, la comunidad local, su personal, los recursos naturales que utiliza, etc) influyen de alguna manera en las decisiones que se toman en el negocio. Para esto deben construirse canales de comunicación, escucha y participación directa que amplíen el impacto y creen valor para todas las partes interesadas siendo sostenibles en el tiempo.
- Liderazgo consciente. En oposición al liderazgo carismático los líderes conscientes practican la escucha activa, la empatía y entienden que su empresa no gira realmente en torno a ellos. Su papel es potenciar a sus equipos y colaboradores siendo un ejemplo. Trabajando primero sobre su persona a nivel físico, emocional y mental, y luego con sus equipos permitiendo el crecimiento a través del fracaso, agradeciendo el esfuerzo, independientemente del resultado. Este liderazgo brinda espacio para que los colaboradores se sientan cómodos haciendo preguntas difíciles (ver el artículo Seguridad psicológica en empresas), hace del feedback una necesidad y crece a partir de la colaboración y no de la competencia.
- Cultura consciente. Lo que perdura en el tiempo, sostiene y se recuerda es la cultura que se construye en la empresa. Hacer que los miembros de una empresa se sientan vistos y escuchados, escuchando más que hablando, generando preguntas más que respuestas es la base de la cultura consciente. Valores como la confianza, la transparencia y la construcción de consensos a partir del diálogo son la puerta de entrada para gestionar conflictos y generar un reconocimiento positivo hacia adentro y hacia afuera de la empresa.
CONCLUSIÓN
Las nuevas ideas que surgen sirven como un horizonte hacia el cual caminar. En SIE nos ocupamos de mantener los canales de diálogo muy activos con nuestros propios equipos y clientes para ir mejorando día a día y construir un camino más consciente para nuestra empresa.
La invitación de este artículo es una invitación a la reflexión y la posibilidad de brindar un nuevo paradigma orientativo para líderes y empresas de cara a la sostenibilidad en el tiempo y su aporte a la mejora del mundo. Al menos en los aspectos que puedan ir haciéndolo. No se trata de hacerlo de modo perfecto sino de iniciar un camino más reflexivo, empático y de transformación de los negocios para generar un mejor impacto.
FUENTE: https://capitalismoconsciente.es