Vamos a dar hoy una mirada a un aspecto de la vida diaria en la seguridad privada que merece nuestra especial atención, pues puede poner en riesgo el éxito de nuestra misión. Nos referimos en general a aquellas tareas subsidiarias que surgen cuando desarrollamos un servicio, que podrían distraer el foco principal de nuestra prestación y tal vez hasta comprometer la responsabilidad de la empresa.
En el día a día pueden presentarse situaciones especiales, quizás hasta no previstas en las directivas particulares del servicio o, inclusive, fuera del alcance de nuestra prestación, que podrían implicar una distracción de de nuestro compromiso y responsabilidad. Aquí caben infinidad de ejemplos: “Te dejo la plata para pagar este envío que va a llegar…”, “Por favor recorra los pisos entregando este volante…”, “Aquí dejo este paquete que van a pasar a retirar…”, etc.
Las capacitaciones generales y particulares y los protocolos de cada en particular nos recuerdan que en ciertos casos debemos decirle al cliente que tal tarea nos excede o que no estamos en capacidad de hacerla. Cabe también la posibilidad que de común acuerdo con el Consejo o la Administración de un edificio, por ejemplo, pueda articularse la forma de realizar alguna de estas tareas subsidiarias sin comprometer las tareas de protección. La recepción de correspondencia suele ser un caso típico en este sentido.
Se sugieren a continuación algunas medidas para tratar este asunto de forma correcta:
En cuanto a correspondencia:
- No recibir correspondencia con rúbrica de entrega si el destinatario no está disponible o presente.
- Disponer de un lugar de guarda con medidas de seguridad (caja fuerte, cajón reforzado, etc.) y con llave de acceso para depositar inmediatamente recibida toda correspondencia que contenga documentación personal (DNI, Pasaportes, etc.) o elementos de valor (tarjetas de crédito, credenciales, etc.).
- Informar inmediatamente al destinatario.
- Llevar un registro detallado de toda correspondencia recibida con aviso de entrega o conteniendo documentación importante.
- Asentar la entrega de la documentación indicando identidad del receptor.
- Detallar en el pasaje de turno al vigilador siguiente de toda la documentación recibida y pendiente de entrega.
En cuanto a paquetes:
- Los paquetes que se reciban por mensajería deben ser tratados igual que la correspondencia.
- Aquellos que requieran acuse de recibo deben ser recibidos por el destinatario. Si no estuviera presente no deberían recibirse.
- Los paquetes deben estar cerrados e indicando claramente destinatario y remitente. Caso contrario no deberían recibirse o llamar al destinatario para que lo reciba personalmente.
- Debe llevarse un riguroso registro de todo paquete recibido y entregado, indicando identidad del remitente y receptor.
En cuanto a llaves, dinero y valores:
- No corresponde a la tarea de seguridad intervenir en el manejo o traspaso de valores, por lo que no debería aceptarse ninguna instrucción o pedido que los involucre, salvo que las directivas particulares del lugar lo prevean.
Recomendaciones finales:
Es importante tener siempre presente que el foco de nuestro trabajo es brindar protección. Debemos identificar en el día a día todas aquellas actividades que puedan distraernos de esa tarea y, en caso de ser necesarias, plantear la situación a fin de encontrar junto con el cliente la mejor solución para realizarlas sin comprometer la seguridad.