En los últimos tiempos hemos observado que se ha incrementado una modalidad delictiva que involucra directamente a los servicios de seguridad privada, especialmente en edificios corporativos y residenciales, dirigida a obtener bienes o valores que se tienen bajo custodia.
Estos delincuentes suelen presentarse en las guardias de seguridad argumentando que deben retirar determinado objeto o bien que la guardia tiene en su poder y que está dirigido a uno de los residentes. Se estima que estos maleantes cuentan, de alguna forma, con información clasificada que determinado bien ha sido despachado o entregado a la guardia y que el mismo se encuentra en proceso de ser entregado al residente.
Su proceder suele ser convincente, pues presentan datos reales de las personas a quien va dirigido el paquete en cuestión y se presentan en plena luz del día y con sus propias credenciales de identidad.
Ante estas situaciones debemos recordar los protocolos a seguir:
- Los paquetes, objetos o bienes recibidos en la guardia para ser entregados a residentes se deben registrar en una planilla al efecto.
- Se debe informar inmediatamente al residente que se ha recibido un paquete a su nombre y coordinar en ese momento la forma de entrega (si lo pasa a buscar, etc.).
- Si el residente autoriza a otra persona a retirar el paquete, debe indicar nombre y documento de la misma, lo cual debe quedar registrado en el libro de guardia.
- Si se presentara una persona invocando que está autorizado a retirar un bien en custodia, se deben verificar las autorizaciones recibidas. Si no coincide, no se entrega.
- Ante cualquier duda, el vigilador debe comunicarse con el residente en cuestión informando la situación y si hubiese algún cambio en lo ordenado.
- En definitiva, si se presentara una persona a retirar un bien y no figura en una autorización con datos de la persona que retira, NO SE DEBE ENTREGAR NINGÚN BIEN.
Rogamos estar atentos ante estas situaciones y verificar repetidamente todas las autorizaciones recibidas antes de actuar.
Recordemos que los clientes nos están confiando sus bienes y nos cabe la inmensa responsabilidad de custodiarlos debidamente.