El Banco Central ordenó a los bancos instalar lectores de huellas dactilares en los cajeros automáticos como una alternativa al uso de tarjetas de débito. Las entidades del país tendrán hasta fines de 2022 para ofrecer esa alternativa en sus terminales automáticas. El objetivo es facilitar la bancarización de sectores vulnerables y no bancarizados a través de una opción que prescinda de plásticos.
“La posibilidad de utilizar la huella constituye una opción que puede reducir la fricción entre los usuarios y los dispositivos tecnológicos, facilitando asimismo los pagos de beneficios sociales a personas que no poseen tarjeta de débito. El uso, por su simplificación, también favorece el acceso a los cajeros automáticos por parte de los grupos de la sociedad con mayor grado de vulnerabilidad, facilitando su inclusión financiera en niveles de calidad”, explicó la autoridad monetaria.
La utilización de la huella dactilar es posible porque Argentina cuenta con una base de datos biométricos centralizada y es administrada por el Registro Nacional de las Personas (RENAPER). Esta nueva modalidad será optativa y la posibilidad de operar los cajeros con tarjetas y códigos de seguridad seguirá vigente.
Según aclaró el BCRA, la validación de la identidad con huella dactilar contará con un doble factor de seguridad ya que también será necesario identificarse con el número de DNI o con una clave personal.
Para la implementación del sistema, se estableció un cronograma que dé tiempo a los bancos a alcanzar la interoperabilidad y su utilización en el total de los cajeros a fin de 2022.
El porcentaje de cajeros con lectores biométricos deberá alcanzar:
– 5% al 31 de diciembre de 2021
– 60% al 30 de junio de 2022
– 100% al 31 de diciembre de 2022