Siempre en este momento del año nos gusta mencionar que estamos cerca de uno de los más importantes procesos que tenemos en nuestra gestión del capital humano, la Evaluación de Desempeño del Personal.
Siendo una herramienta fundamental para lograr el perfil de excelencia que deseamos para nuestros servicios, la Evaluación de Desempeño involucra a todo el personal de vigilancia y seguridad, y las áreas que se evalúan son las siguientes:
1. Puntualidad y presentismo:
a. Puntualidad: Implica tomar el puesto con una antelación de 15 minutos, para estar efectivamente presente al inicio de su turno, informarse de las novedades y permitir el retiro y relevo de su compañero de trabajo en horario.
b. Presentismo: Significa asistir al puesto de trabajo y mantenerse en la posición de vigilancia. Es decir, no faltar a su puesto de trabajo.
2. Desempeño en servicio: Se refiere a la calidad del servicio realizado por la persona, a la actitud de trabajo, la manera de comunicarse y el cumplimiento de las directivas y procedimientos de seguridad del objetivo.
3. Presentación e imagen: Se refiere a la estética del vigilador, en cuanto a su aseo y cuidado personal, su postura corporal y la utilización del uniforme de trabajo (prendas y estado de conservación). Contempla también la forma en que se usan y conservan los materiales y el espacio de trabajo.
4. Compromiso y colaboración:
a. Compromiso: Implica el sentir como propios los objetivos del puesto, del servicio y de la empresa. Se evalúa si la persona cumple sólo con sus obligaciones mínimas o si es proactivo y sale de su zona de confort en pos del servicio.
b. Colaboración: Es la capacidad de trabajar no solamente en el cumplimiento de las obligaciones propias del puesto (en el lugar y horario determinado), sino también estar atento a posibles necesidades y ofrecerse como opción ante escenarios operativos imprevistos (ausencias de compañeros, llegadas tarde, jornadas de huelgas de transporte, accidentes o siniestros en el objetivo de trabajo, etc.).